The Singular Choral Voice of Sorozábal
In all my Basque music, I have always strived to steer clear of any sanctimoniousness, that sanctity which sometimes tempts our musicians. My aim has been to create music that is truly of the people and for the people, where one sings intoxicated by life, love, sadness, mockery, tenderness – intoxicated, in a word, by Life.
(P. Sorozábal, 1966)
Despite achieving great success in the operatic scene, Pablo Sorozábal (1897-1988), born in Donostia and passing away in Madrid, maintained a profound connection with choral music throughout his extensive career. In fact, it was within the ranks of the vibrant choral movement of his native Basque Country where his artistic personality began to take shape, including his fascination with voice and theatre. It’s no surprise, then, that he devoted some of his most intimate pages to these choirs, connecting them to his family heritage. In fact, his father, a stonecutter by trade, was also a talented bertsolari who shared his songs in the taverns of San Sebastián. From him, Sorozábal inherited a language, Basque, “that sounded like music” on his lips, and a deep love for folk music. According to a tradition passed down through generations, as recounted by the writer Bernardo Atxaga from his great-grandfather, Sorozábal’s ancestors, who hailed from the Portale farmhouse in the village of Larraul, near Asteasu, “whistled better than the birds” (“txoriek baino hobeto egiten diate txistu”).
It is both curious and significant that in the same year, 1897, when Pablo Sorozábal first cried and laughed, the illustrious Orfeón Donostiarra was founded in San Sebastián. Sorozábal joined this group as a young boy while studying at the city’s Academy of Music, around 1911. Thanks to this, he participated in the initial performances of the opera Mendi-mendiyan in San Sebastián. This opera, premiered by his fellow Basque composer José María Usandizaga in Bilbao the previous year, left a profound impression on him. It marked the beginning of a long collaboration with the Orfeón, which culminated in his appointment as Honorary Director in 1931. Sorozábal temporarily took over the choir’s leadership after the passing of the maestro Secundino Esnaola, a role he held for a few months. Prior to this, the Orfeón Donostiarra had been premiering (and, on some occasions, recording on disc) a series of choral pieces that Sorozábal had been composing since 1922. These compositions were created during his extensive training period in Germany and were inspired by Basque folklore, primarily drawing from melodies found in contemporary collections by Father Donostia (Euskal Eres-Sorta, 1921) and Resurrección Mª de Azkue (Cancionero popular vasco, Basque Popular Songbook, 1922-25).
KEA VOCAL ENSEMBLE
KEA es uno de los coros de cámara de referencia dentro del panorama nacional, especializado en el repertorio contemporáneo. Desde su creación, en 1997, ha realizado una intensa labor de difusión de la música coral del último siglo, encargando y estrenando un buen número de obras de autores contemporáneos.
Creado en 1997 como instrumento para la interpretación de las grandes obras del repertorio coral menos frecuentado de los siglos XX y XXI, con una especial sensibilidad hacia los autores vascos, desarrolla desde su formación una intensa actividad de conciertos, estrenando un buen número de obras, muchas de ellas escritas para la propia agrupación. Es el único conjunto de estas características en el País Vasco.
A lo largo de estos años ha interpretado obras de Agustí Charles, Gabriel Erkoreka, Juan José Eslava, Zuriñe Gerenabarrena, Félix Ibarrondo, Joan Magrané, Aurélio Edler-Copes, Jesús Mª Sagarna, Joseba Torre, Enrique Vázquez, Mª Eugenia Luc, Javier Busto, Eva Ugalde, Javier Bello-Portu, Marcos Castán, Nacho Ferrando, Rubén Cid, David Azurza y Xabier Sarasola entre otros, estrenando obras de muchos de ellos. KEA también realiza primeras interpretaciones en el País Vasco de obras de compositores de la talla de Karlheinz Stockhausen, Arnold Schönberg, Luis de Pablo, Per Nörgård, Pascal Dusapin, Nicolas Bacri o Morton Feldman.
Sin descuidar su compromiso con la música contemporánea, en los últimos años está acercándose a la polifonía del renacimiento y el barroco, con proyectos que incluyen la obra de J.S. Bach (el motete Jesu, meine Freude con Iñaki Alberdi), de Tomas Luis de Victoria (con Leonardo García Alarcón), el Primo Libro dei Madrigali de Monteverdi presentado en el Teatro Arriaga de Bilbao o el programa Tenebrae factae sunt, con obras de Alonso Lobo, Duarte Lobo y Allegri, en la Quincena Musical Donostiarra de 2017.
El grupo participa también en espectáculos escénicos como Eresoinkaren Itzalak con la compañía Dantzaz y el coreógrafo Martin Inthamoussu, presentado en el marco de la Capitalidad Cultural Europea de San Sebastián 2016 o, más recientemente, Waiting, un montaje de Calixto Bieito inspirado en Peer Gynt con libreto de Karl Ove Knausgård.
El continuo interés por la creación y difusión ha cristalizado recientemente en los estrenos de “Un tren de imágenes…” de César Camarero, en el Festival de Música Antigua de Sevilla, la Missa Arboris Fumi Foliis – Ke Orbelen Meza de Xabier Sarasola (composición dedicada a KEA ) o escenas de la ópera multimedia Apokalipsis de María Eugenia Luc. En 2015 estrenó también en el Auditorio del Reina Sofía de Madrid el Requiem de l’oubli de Agustí Charles, para coro, viola de amor, viola de gamba y acordeón, obra también dedicada al grupo y que se presentó posteriormente en la Semana de Música Religiosa de Cuenca, el ciclo BBVA de música contemporánea de Bilbao, el ciclo de cámara de la Antigua en Zumarraga y el Palau de la Música Catalana.
Actúa habitualmente en festivales y ciclos de música contemporánea dentro y fuera de nuestras fronteras (Francia, Bélgica, Italia, Argentina y Uruguay), en solitario o colaborando con músicos de la talla de Iñaki Alberdi, Josu Okiñena, Fahmi Alqai, Leonardo García Alarcón, Naoko Kikuchi, Jordan Sramek, el coro Mikrokosmos dirigido por Loïc Pierre, Robert Pajewski o Elena Martínez de Murgia, entre otros. Ha sido programado en repetidas temporadas de las Series 20/21 del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM), ciclo de música contemporánea organizado por el Auditorio Nacional, en la sala A-400 del Museo Reina Sofía en Madrid.
En su discografía encontramos obras vocales de Nicolas Bacri, Jean-Yves DanielLesur, Thomas Jennefelt, Marcos Castán, David Azurza, Sven-David Sandström, así como Zurezko Olerkia de Luis de Pablo o un doble CD con la obra completa a capella de Javier Bello-Portu.
KEA fue seleccionado para el 9º Simposio Mundial de Música Coral, organizado por la IFCM en Puerto Madryn, Argentina.